Una de las frases sobre crisis más recordadas en la historia fue la expresada por el expresidente estadounidense John F. Kennedy en 1959 durante un discurso en Indianápolis: “Los chinos utilizan dos pinceladas para escribir la palabra “crisis” (wei-chi). Una pincelada significa “peligro” la otra “oportunidad”.

En una crisis se toma conciencia del peligro, pero reconoce la oportunidad”.

Lo anterior nos indica que contar con un correcto manejo de crisis dentro de la organización, permitirá tomar las decisiones correctas y establecer desde un inicio a los voceros y responsables para manejarla.

En lo que hemos vivido en este primer semestre del año, qué responderíamos a estas preguntas: ¿Nuestra organización se anticipó a la pandemia del COVID-19? ¿O nuestra organización está SOBREVIVIENDO la pandemia del COVID-19? estas son dos situaciones que tienen como resultado, dos escenarios totalmente opuestos.

Tal y como se comentaba en líneas anteriores, el correcto manejo de crisis dentro de una organización permitirá tomar decisiones correctas, lo cual trae como consecuencia una mayor resiliencia ante la adversidad. Las organizaciones con mayor resiliencia pueden anticipar y responder a las amenazas y oportunidades, derivadas de cambios repentinos o graduales en su contexto interno y externo.  En otras palabras, contar con herramientas establecidas como un plan de manejo de crisis, le dará una ventaja competitiva gigantesca a la organización.

El Instituto de continuidad de negocios -BCI- por sus siglas en inglés, indica que “un buen [] plan reconoce las amenazas potenciales a las que se enfrenta la organización y analiza los impactos que dichas amenazas pueden tener en la operación del día a día”. Además, indica que “el plan debe proveer las medidas de mitigación a dichas amenazas, y que estas permitan que las funciones claves de la organización sigan funcionando a pesar de enfrentar el peor escenario”.

Entonces, la herramienta del plan de manejo de crisis apoya a la organización a definir todas las posibles situaciones de crisis que puede enfrentar y así, estructurar las acciones necesarias para dar respuesta de forma efectiva a la crisis. Por lo tanto, esta ventaja, le permitirá manejar la situación de crisis bajo acciones previamente establecidas, evitando así la improvisación.

Sin embargo, no se debe olvidar que todo plan debe tener la suficiente flexibilidad, además de comprender que se debe de trabajar en función de la evaluación y mejora continua, lo cual, para el plan de manejo de crisis, se obtiene a través de la ejecución de simulacros. Llevar a cabo simulacros, le da la oportunidad a la organización de evaluar el plan, en función de la efectividad e incorporar acciones correctivas, en las áreas que sea necesario, tomando como base la retroalimentación y cerrando así el ciclo de mejora continua.

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